Preguntas actividad.
2.
2 Ácidos y bases
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T. Fundación Carlos Slim
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Temas de la liga:
Características, Ejemplos, pH escala y neutralización
INFORMACIÓN ADICIONAL
PARA CONTESTAR ACTIVIDADES
Importancia de los ácidos y las bases
en la vida cotidiana.
Las frutas y sus jugos, los refrescos, el vinagre y algunos
derivados lácteos, entre otros productos, contienen ácidos, como el cítrico (C6H8O7),
el fosfórico (H3PO4), el ascórbico (C6H8O6),
el láctico (C3H6O5), el tartárico (C4H6O6)
y el carbónico (H2CO3); mientras que la lejía, el jabón,
los limpiadores para vidrios y los detergentes tienen bases, como el hidróxido
de sodio (NaOH) o el hidróxido de amonio (NH4OH). Los ácidos y las
bases constituyen quizás el grupo más importante de los químicos. Los ácidos
son muy importantes en nuestra vida. La fermentación láctica de algunos
alimentos como la leche o los cereales recibe ese nombre ya que produce ácido
láctico. El yogur y algunos panes son ejemplo de sus productos; en ellos, dicho
ácido limita el crecimiento de bacterias de descomposición o dañinas y, en el
caso del yogur, provoca la formación de la cuajada. De la leche, el ácido
láctico se obtiene por fermentación de la lactosa (azúcar doble compuesta de
glucosa y galactosa). Los seres humanos también producimos ácido láctico como
parte del metabolismo de los azúcares. Su acumulación, por la práctica excesiva
de ejercicio físico, provoca dolores musculares y articulares). El limón, la
naranja, la toronja y la guayaba, entre otros frutos, tiene ácido cítrico, el
cual, además, se agrega industrialmente a una gran cantidad de jugos, alimentos
y dulces para darle un sabor ácido, así como alimentos congelados para
inactivar enzimas y evitar el deterioro del color y el sabor. Antes se extraía
del zumo de limón, pero ahora se obtiene principalmente de la fermentación de
azúcares. El ácido málico, cuyo nombre viene de la palabra “manzana” por haber
sido aislado de la sidra (producto de la fermentación de ese fruto), se
encuentra, obviamente, en dicha fruta, y en otras como el membrillo, las
cerezas y las uvas, además de algunas verduras. El efecto laxante de las ciruelas
y la sidra se debe a la abundante presencia de ácido málico, ya que estimula la
mucosa intestinal sin irritarla. El ácido ascórbico, mejor conocido como
vitamina C, se encuentra, entre otros, en el limón, la naranja, el brócoli, el
jitomate, la piña, la guayaba y el pimiento rojo o verde. En la industria, se
adiciona a algunos jugos para enriquecerlos, ya que se asocia con el combate de
infecciones bacterianas y con la formación de glóbulos rojos. Su carencia
provoca escorbuto, una enfermedad que causa debilidad, hemorragias cutáneas y
gingivitis. El ácido acético se produce por oxidación del alcohol etílico
generado al fermentar algunas frutas. El vinagre tiene aproximadamente 4% de
ácido acético. Hay vinagre de manzana, caña, piña, etc.; cada fruta le da un
sabor característico. El vinagre se utiliza para condimentar ensaladas u otros
platillos, y para limpiar vidrios y cristales. También se utiliza en análisis e
investigación química, en la industria del caucho natural, en la del curtido de
pieles, en la farmacéutica, en la fotográfica, en la de los textiles, en la de
los adhesivos, en la de productos de limpieza entre otras. Nuestro estómago
digiere los alimentos gracias a los jugos gástricos, compuestos por enzimas,
agua, mucoproteínas y algunos electrólitos, como Na+, K+,
Mg+, H+,Cl-1, HPO4-2, SO4-2
y HCO3-1. El ácido acetilsalicílico es el constituyente
de la conocida aspirina, la cual se toma, siguiendo las recomendaciones del
médico, como analgésico, antiinflamatorio, antipirético y, a dosis muy bajas,
como antiagregante plaquetario; es decir, y en se orden, sirve para
contrarrestar el dolor, las inflamaciones, la fiebre y la agregación de
plaquetas que puede conducir a un trombo. El ácido sulfúrico se emplea en la
producción de pigmentos, el tratamiento del acero, la refinación del petróleo,
la extracción de metales no ferrosos y la manufactura de explosivos, plásticos,
detergentes, fertilizantes y baterías para automóviles. Las bases (también
llamadas álcalis) son igualmente importantes en nuestra vida cotidiana. Las
usamos para obtener, entre otras cosas, detergentes, jabones y destapacaños.
Los jabones, por ejemplo, se consiguen por la neutralización de ácidos grasos,
y se utilizan como álcalis disoluciones de hidróxido de sodio (NaOH) o de hidróxido
de potasio (KOH). Los detergentes también emplean ácidos y bases en su
elaboración más otros ingredientes. Es posible que los desengrasantes de cocina
contengan amoniaco. Muchos limpiadores comerciales de ventanas son mezclas de
éste (en pequeña cantidad, alcohol etílico o propílico y agua. El alcohol, que
se evapora con facilidad, disuelve las grasas, mientras que el amoniaco ayuda a
evitar la formación de sedimentos salinos. Este último es un gas muy irritante
y tóxico; por eso, entre otras cosas, los limpiadores nunca deben combinarse.
Además, deben ocuparse en lugares bien ventilados. El amoniaco también se
emplea en fertilizantes, que suministran nitrógeno a las plantas, y en la
fabricación de fibras sintéticas, plásticos, explosivos, ácido nítrico y tintes
permanentes para el cabello. El hidróxido de calcio, Ca(OH)2,
llamado “cal apagada”, se emplea en la construcción, en la recuperación de
suelos contaminados con hidrocarburos o solventes químicos, en el tratamiento
de agua potable e industrial, en el control de organismos nocivos y en el
curtido de pieles, donde se emplea en solución para quitarles el pelo, entre
otros usos. La leche de magnesia, una disolución acuosa de hidróxido de
magnesio, Mg(OH)2, se utiliza como laxante y, junto con el bicarbonato
de sodio, NaHCO3; el carbonato de calcio, CaCO3; y el
hidróxido de aluminio, Al(OH)3, está entre los antiácidos más
utilizados. Éstos neutralizan el exceso de ácido clorhídrico en el estómago,
forman sales y agua, aumentan el pH gástrico y alivian la acidez estomacal y la
dispepsia (enfermedad que se caracteriza por una mala digestión). En la
elaboración de pan, el bicarbonato de sodio se neutraliza con la nata ácida, la
leche cortada, el limón, el yogur o el vinagre para producir el dióxido de
carbono que levanta la masa. Los polvos para hornear contienen una mezcla de
NaHCO3 y agentes que liberan ácidos muy lentamente. El bicarbonato
también regula el pH de la sangre en el torrente sanguíneo. De igual manera, se
agrega a los dentífricos o se utiliza directamente para neutralizar los ácidos
producidos por las bacterias al fermentar los azúcares. Por tener un efecto
desodorante, se emplea en refrigeradores, para la limpieza y hay quien lo
aplica en axilas y pies.
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