martes, 12 de mayo de 2020

HOLA CHICOS BUENA TARDE ESPERANDO SE ENCUENTREN MUY BIEN. LOS QUIERO. INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA PARA REALIZAR TUS ACTIVIDADES DEL DIA MARTES 12 DE MAYO.


Preguntas actividad.

2.    2 Ácidos y bases
Pruéba T. Fundación Carlos Slim
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Temas de la liga:
Características, Ejemplos, pH escala y neutralización
INFORMACIÓN ADICIONAL PARA CONTESTAR ACTIVIDADES 
Importancia de los ácidos y las bases en la vida cotidiana.                                                                                          
Las frutas y sus jugos, los refrescos, el vinagre y algunos derivados lácteos, entre otros productos, contienen ácidos, como el cítrico (C6H8O7), el fosfórico (H3PO4), el ascórbico (C6H8O6), el láctico (C3H6O5), el tartárico (C4H6O6) y el carbónico (H2CO3); mientras que la lejía, el jabón, los limpiadores para vidrios y los detergentes tienen bases, como el hidróxido de sodio (NaOH) o el hidróxido de amonio (NH4OH). Los ácidos y las bases constituyen quizás el grupo más importante de los químicos. Los ácidos son muy importantes en nuestra vida. La fermentación láctica de algunos alimentos como la leche o los cereales recibe ese nombre ya que produce ácido láctico. El yogur y algunos panes son ejemplo de sus productos; en ellos, dicho ácido limita el crecimiento de bacterias de descomposición o dañinas y, en el caso del yogur, provoca la formación de la cuajada. De la leche, el ácido láctico se obtiene por fermentación de la lactosa (azúcar doble compuesta de glucosa y galactosa). Los seres humanos también producimos ácido láctico como parte del metabolismo de los azúcares. Su acumulación, por la práctica excesiva de ejercicio físico, provoca dolores musculares y articulares). El limón, la naranja, la toronja y la guayaba, entre otros frutos, tiene ácido cítrico, el cual, además, se agrega industrialmente a una gran cantidad de jugos, alimentos y dulces para darle un sabor ácido, así como alimentos congelados para inactivar enzimas y evitar el deterioro del color y el sabor. Antes se extraía del zumo de limón, pero ahora se obtiene principalmente de la fermentación de azúcares. El ácido málico, cuyo nombre viene de la palabra “manzana” por haber sido aislado de la sidra (producto de la fermentación de ese fruto), se encuentra, obviamente, en dicha fruta, y en otras como el membrillo, las cerezas y las uvas, además de algunas verduras. El efecto laxante de las ciruelas y la sidra se debe a la abundante presencia de ácido málico, ya que estimula la mucosa intestinal sin irritarla. El ácido ascórbico, mejor conocido como vitamina C, se encuentra, entre otros, en el limón, la naranja, el brócoli, el jitomate, la piña, la guayaba y el pimiento rojo o verde. En la industria, se adiciona a algunos jugos para enriquecerlos, ya que se asocia con el combate de infecciones bacterianas y con la formación de glóbulos rojos. Su carencia provoca escorbuto, una enfermedad que causa debilidad, hemorragias cutáneas y gingivitis. El ácido acético se produce por oxidación del alcohol etílico generado al fermentar algunas frutas. El vinagre tiene aproximadamente 4% de ácido acético. Hay vinagre de manzana, caña, piña, etc.; cada fruta le da un sabor característico. El vinagre se utiliza para condimentar ensaladas u otros platillos, y para limpiar vidrios y cristales. También se utiliza en análisis e investigación química, en la industria del caucho natural, en la del curtido de pieles, en la farmacéutica, en la fotográfica, en la de los textiles, en la de los adhesivos, en la de productos de limpieza entre otras. Nuestro estómago digiere los alimentos gracias a los jugos gástricos, compuestos por enzimas, agua, mucoproteínas y algunos electrólitos, como Na+, K+, Mg+, H+,Cl-1, HPO4-2, SO4-2 y HCO3-1. El ácido acetilsalicílico es el constituyente de la conocida aspirina, la cual se toma, siguiendo las recomendaciones del médico, como analgésico, antiinflamatorio, antipirético y, a dosis muy bajas, como antiagregante plaquetario; es decir, y en se orden, sirve para contrarrestar el dolor, las inflamaciones, la fiebre y la agregación de plaquetas que puede conducir a un trombo. El ácido sulfúrico se emplea en la producción de pigmentos, el tratamiento del acero, la refinación del petróleo, la extracción de metales no ferrosos y la manufactura de explosivos, plásticos, detergentes, fertilizantes y baterías para automóviles. Las bases (también llamadas álcalis) son igualmente importantes en nuestra vida cotidiana. Las usamos para obtener, entre otras cosas, detergentes, jabones y destapacaños. Los jabones, por ejemplo, se consiguen por la neutralización de ácidos grasos, y se utilizan como álcalis disoluciones de hidróxido de sodio (NaOH) o de hidróxido de potasio (KOH). Los detergentes también emplean ácidos y bases en su elaboración más otros ingredientes. Es posible que los desengrasantes de cocina contengan amoniaco. Muchos limpiadores comerciales de ventanas son mezclas de éste (en pequeña cantidad, alcohol etílico o propílico y agua. El alcohol, que se evapora con facilidad, disuelve las grasas, mientras que el amoniaco ayuda a evitar la formación de sedimentos salinos. Este último es un gas muy irritante y tóxico; por eso, entre otras cosas, los limpiadores nunca deben combinarse. Además, deben ocuparse en lugares bien ventilados. El amoniaco también se emplea en fertilizantes, que suministran nitrógeno a las plantas, y en la fabricación de fibras sintéticas, plásticos, explosivos, ácido nítrico y tintes permanentes para el cabello. El hidróxido de calcio, Ca(OH)2, llamado “cal apagada”, se emplea en la construcción, en la recuperación de suelos contaminados con hidrocarburos o solventes químicos, en el tratamiento de agua potable e industrial, en el control de organismos nocivos y en el curtido de pieles, donde se emplea en solución para quitarles el pelo, entre otros usos. La leche de magnesia, una disolución acuosa de hidróxido de magnesio, Mg(OH)2, se utiliza como laxante y, junto con el bicarbonato de sodio, NaHCO3; el carbonato de calcio, CaCO3; y el hidróxido de aluminio, Al(OH)3, está entre los antiácidos más utilizados. Éstos neutralizan el exceso de ácido clorhídrico en el estómago, forman sales y agua, aumentan el pH gástrico y alivian la acidez estomacal y la dispepsia (enfermedad que se caracteriza por una mala digestión). En la elaboración de pan, el bicarbonato de sodio se neutraliza con la nata ácida, la leche cortada, el limón, el yogur o el vinagre para producir el dióxido de carbono que levanta la masa. Los polvos para hornear contienen una mezcla de NaHCO3 y agentes que liberan ácidos muy lentamente. El bicarbonato también regula el pH de la sangre en el torrente sanguíneo. De igual manera, se agrega a los dentífricos o se utiliza directamente para neutralizar los ácidos producidos por las bacterias al fermentar los azúcares. Por tener un efecto desodorante, se emplea en refrigeradores, para la limpieza y hay quien lo aplica en axilas y pies. 


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